Quizás la mejor pregunta sería “qué” y no “quién” está golpeando las tuberías. Aunque por el característico ruido que se produce pareciera que hay un martillo que está golpeando las tuberías,se trata del fenómeno hidráulico conocido como golpe de ariete o pulso de Zhukowski.
¿Qué es el golpe de ariete?
Para verlo de una forma gráfica, podríamos decir que el golpe de ariete es como una onda que viaja en sentido contrario a la dirección del flujo, y que incrementa la presión del sistema cuanta más distancia recorre aguas arriba.
Es importante saber que, en menor o mayor medida, este está presente en todos los sistemas hidráulicos, sin embargo no siempre es perceptible o perjudicial.
¿Cuáles son las causas del golpe de ariete?
Para saber cómo enfrentar este fenómeno hidráulico, es importante conocer su origen, por ello se consideran los siguientes escenarios como sus principales causas:
Cambio de área: presente en la manipulación de válvulas para controlar caudales o presiones.
Interrupciones o cambios de sentido: ocurren ante el cierre intempestivo de válvulas o taponamiento presente en el sistema.
¿Cómo prevenir que el golpe de ariete tenga un alto impacto en el sistema?
Por su facilidad de uso, se recurre a las válvulas de alivio, cuya función es liberar el exceso de presión generada en el sistema debido al golpe de ariete u otros factores. Para ello se debe identificar el valor determinado en que la presión representa un peligro para el sistema, de forma de poder regular la válvula y que esta pueda reaccionar de forma rápida ante dicho escenario.
Consideraciones a tomar en cuenta al instalar una válvula de alivio:
· Identificar la presión crítica en el sistema, considerando los escenarios mencionados como causas.
· Evitar poner a trabajar el sistema en valores cercanos a la presión nominal.
· Tener en cuenta los lugares donde las válvulas estarán en movimiento constante (cerrado y apertura repetitiva durante un corto periodo de tiempo).
Recomendaciones generales para evitar recurrir al uso de válvulas de alivio:
· Procurar realizar conexiones espaciadas, es decir, accesorios de unión colocados a distancias adecuadas.
· Limitar la velocidad del fluido del sistema, menor o igual a 1 m/s en agua, y menor o igual a 5 m/s para aire.
· Utilizar válvulas de compuerta o globo para apertura y cierre donde sea posible. De esta manera el golpe de ariete estará presente, pero en una magnitud significativamente menor, debido al cierre y apertura lenta.
· Ubicar estratégicamente manómetros (cerca de válvulas de apertura y de cierre constante), para tener precisión en el control de presiones.
Es importante tomar en cuenta que cuanto más lejos del punto de origen se traslade la onda del golpe de ariete, más posibilidades habrá de que se genere una rotura o un daño en el sistema.